miércoles, 9 de octubre de 2013

Octubre 2013 - Enero 2014

Tardé más de lo que esperaba
pero por fin empecé a sentirme bien.
El verano tuvo que enlutarse de todas sus hojas
y cerrar sin prisas un par de estaciones,
quién no diría hoy que también alguna de cercanías.
Se hizo duro llegar aquí, 
sobre todo sabiendo que parte de mi aún no ha llegado,
que parte de mí no llegará nunca;
toda sombra perdió hilos en el olvido.
Fue difícil, quien diría que no, 
quemar las llagas que se hicieron del fuego.
Tarde mucho, demasiado dirían algunos,
pero hice bien mi camino, ¡caminé tanto!
Amé cuanto supe amar y lloré,
lloré todo lo que no supe perder sin dejar de llorar.
Tardé más de lo que esperaba,
quizá un poco más de lo que esperaba
y por fin estoy en paz.






Que no, que no, que no me enfado.
Que sí, que sí, que vete a casa.
Que el beso que hoy me niegas
ya encontraré quien me lo de debajo de la falda






Invítame a la guerra del fuego
que no conozco mas dios
que el que nace gemido de mis labios
contigo entre mis piernas.
Enséñame como arden las almenas
que hoy soy señor y jinete de tu cabecero
y mi batalla es tu cuerpo.
Gáname, soy todas las contiendas ya perdidas
y ríndete, pobre infeliz, ríndete 
que hoy no sabrás de más trinchera
que mi piel y mi cama; 
conquistemos sin tratados 
nuestras lenguas encarnadas.
Invítame a la guerra del fuego
que mi alma no recuerda la paz
y tengo frió.






Y yo me comeré tu carne
como aman los buitres






Reconozco que me siento más cómoda 
hablando de los garitos de Malasaña
que en una tertulia literaria. 
Que no tengo ningún problema en decir
que no leí “guerra y paz”
y que “Madame Bovary” me pareció un coñazo
-¡el precursor del feminismo!-
Discurso raído y absurdo.
Hoy me vienen a decir, abstemia de mí,
que tengo un deje a bukowski
¿pero eso no es un bar?
y que me importa muy poco
si se dice shespir o Shakespeare.
Confieso conocer todas las versiones
de sympathy for the devil
pero nunca pude con Vargas Llosa;
si le hubiera versionado Guns n´Roses…
Quizá me equivoqué y este no es mi rollo, 
seguramente sea más grupi que poeta,
más rockera que poeta, más fumadora que poeta.
Este no es mi rollo.
Para vosotros los focos, poetas,
que yo me voy de juerga.






Yo que nunca entendí de nuevos capítulos
y siempre fui más de punto y amarte
y todo seguido,
hoy me entrecomillo la lengua;
hoy que dejó de importar
de qué coño iban las metáforas y los motivos
y todas las sinopsis quedaron escritas
muy lejos de cualquiera de mis argumentos.
Hoy, que la ciudad solo sabe naufragar
y las bolsas se arremolinan con las hojas
en un fallido tsunami.
Todo eso hoy no importa,
especialistas nuestras bocas,
de todos los puntos finales.






Tenía veinte y las ganas
Y ya un puñadito de amantes coleccionados a las espaldas.
Decían las malas lenguas que es que era un poco puta,
ella defendía su promiscuidad
porque la mujer era como el hombre
y su coño era suyo y era para disfrutarlo.
Bien sabían los cínicos y alguna poeta triste
que amó a todo aquel que le robó la boca,
que como una princesa fuera de tiempo
solo quería que la rescataran.
Aventuran las malas lenguas
que a los treinta coleccionará desilusiones
y quizá alguna venérea

sábado, 13 de julio de 2013

Julio - Septiembre 2013

Y aún habrá
quien pregunte por nuestros nombres,
pobres necios que no entendieron tu huida
esta carrera sin carrerilla
que tan lejos te dejó de mi boca.
Yo me mantengo como fiel recolectora
de nuestros fracasos
enumerando a destiempo
los latidos de los difuntos
y la pereza de este olvidar olvidarte.
Y aún habrá
quien pregunte por nuestros nombres,
pobres necios







Querido (sin más arrojo a nombrarte),
hoy te escribo con más intención
qué valor y más valor que razón,
sabiendo que esta carta siempre fue
más mía que tuya.
La tinta se atasca
donde la sensatez de mi pausa llega
conociendo de silencio cada respuesta
a los contra-actos de todas tus ternuras.
No despiertes los dolores de la guerra en balde,
no te salves a costa de ahogarme
en el naufragio de tus dudas,
no desmiembres este pecho saturado de latirte,
esta boca fatigada de añorarte.
Yo por mi parte
te prometo besos sin pretextos,
todas las trincheras que nunca combatimos,
todas las tristezas que curarme a besos.
Hoy te escribo con más intención
qué valor y más valor que razón;
sabiendo que nunca importó,
sabiendo que nunca la leerás,
que siempre fue
más mía que tuya.







Estoy hasta los cojones
de llorarte hasta dormir,
que lo sepas.
De llenarme el corazón
de tus maletas de “por si acaso”,
de ahogarme en tus ausencias
y ser la Penélope esperando
en cada barra de bar.
Y es que a esta coca cola le falta ron
y le sobra frustración;
todos los tiempos donde nunca quedas,
la única absurda que quedó lamentando.
Estoy hasta los cojones
de sentirme triste, de sentirme idiota,
de echar de menos
a quien tanto me echó de más;
tan cansada de estar cansada.
Y todo, imbécil de mí,
por no saber entender
que muertos
son muertos.







A veces tu recuerdo es ensordecedor.
Y yo me enfado con las estaciones,
y los zapatos
y los teléfonos q nunca suenan.
Y conmigo y contigo,
y con todo este echarte de menos
con el que no me apaño y tanto me sobra.
A veces tu recuerdo me trepa por las piernas,
por las sábanas
y se me agarra en la garganta
pronunciándote a deshora
en la vehemencia de mis versos.
A veces enloquezco
y enciendo cigarros de tu agridulce ausencia
y casi te reconozco entre mis líneas
para diluirte en la próxima bocanada
y yo me enfado,
arañando esquirlas al colchón
para rescatarte del olvido
o negando que fuiste o has sido
y me hago gato;
y enciendo otro cigarro y otro cigarro
y el humo nunca sabe a tu boca.
Y siempre me enfado,
entre las colillas las preguntas
que nunca has respondido,
el humo me araña las lágrimas
de lo que nunca vivimos.
Empieza a clarear
y nuevamente me enfado,
conmigo y contigo –y contigo-
y con todo este echarte de menos,
con este invierno sin calendario
-Mierda, me he quedado sin tabaco…-








Dejé de quererte a guantazos,
a pedrada limpia; todas mis fracturas.
Éstos ojos ya no son los ojos
que un día te veneraron,
no son mis ojos;
éstas manos, crueles en su olvido,
perdieron el recuerdo de tu piel.
Parecieran haberse consumido todos los cigarros
a la comisura de la boca que tanto olvidaste.
Ésta boca, que por dejarte de besar
dejó de ser mi boca.
Pero tampoco tú llevas ya tu nombre,
ése que inventé yo a tu oído.
Te dejé de querer como dejé el tabaco.
Lástima morir de éste enfisema pulmonar.


"Dame otro cigarro y no hagas preguntas."

miércoles, 17 de abril de 2013

Mayo - Junio 2013

DUELO

Hoy has dicho que has llorado con mis poemas

No tienes lagrimas suficientes para todos mis versos



NEGACIÓN

Yo estoy bien.
Es este afán
de mirar y no enfocar,
de enfocar y no encuadrar;
la lente rasgada no se puede limpiar.
Yo estoy bien.
Es la falta de luz,
el retrato movido,
el objetivo empañado
                                       de ti
Es este afán
de buscarte en todas mis imágenes.
Este balance de blancos
que siempre me tira al negro,
este contraste de luces
que siempre me dejas en sombras.
Es este afán.
Yo estoy bien.      
                            Solo algo desenfocada





IRA

Todos los tiempos verbales de olvidarme
los llevas en el paladar.
Tú que prometiste quererme tanto.
Hoy la ciudad es un campo de minas
de tus recuerdos,
un centro de concentración
de tus soledades
y yo un triste títere de algo parecido
a lo que un día cercano amaste.
Dime hoy.
Dime hoy que ibas a quererme siempre.





NEGOCIACÓN

Ítaca siempre nos esperará, Amor.
A que desmadejemos los miedos
y las perezas de nuestras velas.
A que el mar calme, a que templen las guerras.
Ítaca siempre nos esperará, Amor.
Las rutas que descubriste a piel abierta
te esperaran insomnes a que vuelvas
porque el verano que volcaste a sangre en mi cama
no lo derribo ni la escarcha ni la estepa.
Aunque te mantenga lejos la contienda
ninguna batalla me perderá de tu recuerdo;
yo seré por ti gigante y sirena.
Ítaca siempre nos esperará,
Amor, a que vuelvas,





DEPRESIÓN

Nos quedamos a punto de disparar,
a punto de caer, a punto de matar.
Con todas las versiones
aun por verificar de la realidad;
yo aun sin entender donde quedas,
donde quedo detrás de ti.
Marcando todas tus esquelas
en la comisura de mi boca
en este absurdo punto de fuga
desfigurado.
Nos quedamos a punto de creer,
a punto de callar, a punto de amar.
Y nos ganaron los vicios a los afectos.
Nos pudieron las palabras,
las soberbias y los miedos.
Todas las bidimensionales imperfecciones
de un iris desconfigurado.
La primavera no llegó
a derribar el mas gris de los inviernos.
La primavera no llegó
y nos quedamos sin ganas de correr
sin ganas de seguir,
sin ganas de luchar.





ACEPTACIÓN

Este poema aún no lo he escrito.
Aún no acepto la osadía de tu ausencia en mi cama.
Aún no acepto la tristeza de mi piel desnuda de tu piel.
Todas las formas de no entender tus faltas.
Este poema aún no ha llegado a formarse
en mis dedos ni en mi labios.
A agradecerte lo vivido, a desearnos suerte.
Este poema que se agarra con fiereza melancólica
a las tripas de lo que fuimos un día,
a la desesperanza de lo que no llegaremos ser.
Prometo, Amor, llorarte el tiempo prudente;
yo que no supe quererte prudentemente,
que no supe asegurarme los besos para cuando faltasen
Prometo que dejaré de buscarte
en todos los versos malditos que hoy te nombran,
tú que fuiste mi mejor escrito inacabado.
Pero hoy – creo que esto ya lo dije-
No se escribir este poema.
No se aceptar tu boca sin mi boca,
mi verso sin tu beso,
todas las palabras que no nos dijimos,
todos los tiempos que se perdieron.

Este poema aún no lo he escrito.


         *********



No importa cuánto nos queramos,
cuánto nos quisimos
o cuánto nos querremos;
ninguno de los dos estará ya
para ser testigos de nuestras palabras.






Debí darme cuenta.
Cuando empezaron a pesarte los "te quiero",
cuando la demanda de tu colchón
fue mas grande que la de mi piel.
Debí entenderlo.
Debí darme cuenta
cuando las cañas y el fútbol
me relevaron de tus brazos,
cuando mis palabras se te enmudecieron.
Cuando el mañana
sólo pasó a ser mañana.
Supongo que sí, entonces debí entenderlo.
Debí darme cuenta
cuando tus mensajes quedaron
en veredictos monosilábicos,
cuando el "ven" se quebró en "vete",
cuando las ausencias dejaron de pesarte,
tu espalda cruzando la puerta,
debí comprenderlo ahí.
Debí darme cuenta.
Con todas mis maletas adornando mi salón.
Cuando me bloqueaste el whatsapp,
me ocultastes del facebook,
me borraste del instagram;
lo se, mi amor, debí entenderlo.
Y bueno... la orden de alejamiento...
Ahí sí, debí darme cuenta.






Yo me quiero enamorar para toda la vida
cinco minutos en un vagón,
maquillarme con ganas, depilarme con vicio.
Yo me quiero reir a carcajadas
sin agridulces en la garganta.
Ocupar toda la cama y deshacerla en caprichos.
Comer a dos manos, engordar cuatro kilos.
Dejarme quitar la ropa y las ganas
y gastarme la boca con quien no me ha conocido.
Yo me quiero perder cada noche cual gato,
agotar los tacones y los pintalabios,
reirme de mis resacas en el trabajo
y apuntar todos los números de telefono
en una piel y unos labios libres de escarcha,
libres, libres de frio.
Y por un día, por una hora,
olvidarme de tu nombre.





Como no supe escribir sin nombrarte
ni nombrarte sin llorarte...
                                               Dejé de escribir.