lunes, 15 de septiembre de 2014

Septiembre - Octubre 2014

 - Me gusta mucho besar en los metros
¡y lo he hecho poco!,
Me gusta mucho besar en los metros
-Te dije mordiéndote los labios entre risas-
Me gusta ver a las parejas besarse en el metro,
como adolescentes;
y me gusta poder besarte a ti, tan temprano
 - ¿Y que todos nos envidien?- sonríes
y me besas a la vez
 - Y que todos nos envidien.








DESPEDIDA A LA FRANCESA

No te vayas
y si te vas llévame contigo.
Que no tengan que rehacer las paredes
de lo que te busqué entre los ladrillos
y aun conserve la mejilla caliente 
y tu mirada colgada en las pestañas;
y que te hayas ido.
No te vayas,
quédate a engañarme
de lo que ya estoy engañada.
Yo te hago un esquema
de todos mis besos
te lo cambio por un taxi a tu cama
pero no te vayas.
No me dejes posos de cerveza
y carmín de madrugada,
ganas a contramano
y todas tus ausencias.
No te vayas,
pegadito a tu boca te lo diré muy bajito;
no te vayas
y si te vas llévame contigo.








Demagogia y mas demagogia.
Curiosamente hoy no dice el periódico
sobre ninguna mujer que conocí
pero sí que subieron los precios
pero no los sueldos -nadie se sorprende-,
que volvió a subir el paro
y que viejos presidentes no devolvieron
demasiado dinero.
Que ésta constitución puede aguantar
un poquito más; no estamos para cambios.
Y que volvimos a gastar lo que no teníamos
en algo que no necesitábamos.
Y así sucesivamente.
Si nos ponemos a hablar de obviedades
yo prefiero hablar de tu boca.








Me hubiera ido
si no me hubieran echado antes.
Y mira que me quedaba
tabaco, conversación y copa.
Volver a repetir en la barra del bar
esa vieja charla de que el silencio
es tan importante como las palabras
y tú seguiras sin comprender
que no hablaba de poesía.
Me hubiera ido
si no me hubieran echado antes.
Si me hubieran puesto el último tango
"Adiós, muchachos, compañeros de mi vida"
y despedir la noche a bailes y besos
-¡como dios manda, coño!-
y no ésta agria madera
descompasada en el paladar
de una puerta cerrada.
Me hubiera ido
si no me hubieran echado antes.
-¡que buen epitafio, joder!
Quizá mañana escriba estas palabras
en un blog ausente y resacoso;
con la melancolía de las madrugadas vacías
y la ceniza aún saturando mi boca.
Y tú nunca leerás estos versos
que al final solo hablaban de ti.
Si solo me hubiera ido...








Hay días que me levanto vieja y enferma
y los dolores se me arrastran 
desde el ático de la nuca hasta la punta de las botas
y un ser ojeroso se burla en mi espejo
de lo mal que llevo los años y las ganas.
Y es que empiezo a ser vieja para ser joven
a estar demasiado desengañada para encontrar el amor
a estar demasiado quemada para andar defendiendo ideales;
esta treintena raída empieza a hacerme un corte de manga
cuando menos me vengo a dar cuenta.
Hay días que simplemente no me levanto, 
que  todo cuesta el doble y duele mucho mas
y que la hipocresía la mando a la mierda
y que hasta de mi misma acabo harta
Sintiéndome vieja y enferma, cansada hasta el cansancio
contaminada desde dentro y quebrada desde fuera
saturada de tópicos y de típicos hasta el hiperrealismo,
saciada de estupideces, las primeras, las mías.
“Solo me tomé un par de días” comentaré,
diré a mis amigos cuando vuelva al mundo,
cuando haga de funambulista en mis tacones 
y busque el próximo bar y la próxima boca
compartiendo risas y tabaco.
Seré prudente de no decirle a nadie
-a nadie le importa-
“que hay días que los dolores se me arrastran
y me levanto vieja y enferma”.







"Era muy guapo y yo le quise mucho"
Me gusta hablar de ti como si yo fuera
una antigua combatiente de una vieja guerra
y tú
                        simplemente estuvieras muerto.

martes, 3 de junio de 2014

Mayo - Agosto 2014

Si es que no se puede ir con la idiotez por estandarte
mas cuando se tiene la experiencia sobradamente demostrada,
de curriculum oiga, profesional que es una.
Yo que soy todas mis contradicciones,
por encima soy todos mis anhelos;
a boca mato, a boca muero.
Si es que no se puede ir a piel y sin coraza.
Y tú, aunque tampoco parecieras –otro más-
no dejas de ser otro gato.
Si es que no se puede ir con una ilusión sin cumplir,
siempre hay quien te la jode.








No un abogado, no, ni un contable
ni tendré una gran boda;
seguramente ninguna boda.
Ni la pequeña parejita, casa en las afueras,
perro grande y comida los domingos.
No seré yo quien te diga,
no seré yo quien te culpe de tus inadecuadas elecciones.
Si he de buscar culpables
voy a destapar todos los espejos.
Y es que tu boca fue tan dulce como tus palabras
y yo siempre fui de creerme
las mentiras piadosas de las madrugadas.
No seré yo quien te culpe de mis inadecuadas elecciones.
Tú, ni contable ni abogado.
Pero no esperaré para hacerte la cola
la próxima noche que estés tierno
con un par de cañas de más y un par de grupis de menos.
Aún quiero creer que eres un poquito listo
para que me tomes por tan tonta.








He paseado por el filo de más de una sábana
cual funambulista de mi propia suerte.
He cerrado todos bares y abierto todos los amaneceres.
Me han llamado puta y estrecha sin hacer distinciones.
He bailado hasta romperme tacones
y besado hasta quebrarme los labios.
Pero cual Wendy siempre regreso a casa.
Y siempre tú.
Y siempre vuelvo a ti.
Mas la mañana nos trae prisas y escusas
y los zapatos nos huyen y los teléfonos no suenan
y vuelvo vagabunda a perderme por todas los calles
sin atisbo de protesta o melancolía
vendiéndome las canas a quien más baja me las compre.
Aunque sé que las resacas sólo saben bien a tu boca
y una vez más regreso a casa y tu cama.
Y siempre tú.
Y siempre vuelvo a ti.
Y es que no perjura mi boca si argumenta
que siempre me queda un bar por cerrar
el último cigarro que nunca es el último
y algunas cañas que duran de más;
pero es volver a casa el principio más dulce
de todos los finales.








A veces te echo de menos,
mucho.
De forma intensa, directa
y hasta la piel late.
A veces te echo de menos,
de manera obvia,
como un disparo,
un bofetón a cara lavada,
Pear Harbor en minuto y medio.
Y así de absurdo
como los adornos de navidad
que quedaron hasta abril,
El maniquí desnudo,
el escaparate sin mercancía;
a veces –ya me jode-
te echo de menos.
De forma cruel,
como la condena no entendida,
el niño que arranca alas a las moscas,
las verdades omitidas.
No dejas de ser un mal golpe,
la más triste de mis guerras,
el disparo más certero,
mi hijo más cruel;
y yo la melancolía de lo absurdo.







Me llevé atado en los botones de la camisa
estas putas ganas de devorarte a besos.
Tú con todas las papeletas de joderme la vida a polvos
y sumar uno más a mi lista de fracasos.







No hago mas que listarte y listarte
en tus prosas y mis contrastes
y siempre me quedo a ras de sumarte
en la comisura de tu boca
en el vértice de mi colchón

viernes, 21 de febrero de 2014

Febrero - Marzo 2014

"Hola hija.....,esta frase cobra especial resonancia en este momento
Quiero pedirte perdón"

Mi mayor poema lo has escrito tú.







Que no sepa ella
cuanto te quise.
Que no vista ella
mis ganas de verte,
ni asuma la mano que era tuya
en mi cadera al dormir.
Que no simule comprender
mis ansias por tocarte
ni haga por entender
los años que gasté
anticipándotelos de sueños.
Que no arañe en mis palabras
los besos que quedaron guardados.
Que no manche de sí mi recuerdo,
aquel que ya está perdido.
Que no sea más amada
de lo que un día me amaste.
Que no sepa ella, nunca,
cuanto te quise.







Serán amos sin casas
los que paseen en sus bolsillos
viejas llaves de lo que ya no les pertenece.
Unas paredes aguardaran vacías
con las señales de los cuadros
que no se retiraron a placer.
Siempre habrá una parada de metro que evitar
por miedo a que la nostalgia te devore;
"ahí vivía yo" murmuraran los andenes
y al final sólo quedará rezar los proscritos
que toda vida pareció otra vida,
una alquilada y cobrada con recargo.