miércoles, 17 de abril de 2013

Mayo - Junio 2013

DUELO

Hoy has dicho que has llorado con mis poemas

No tienes lagrimas suficientes para todos mis versos



NEGACIÓN

Yo estoy bien.
Es este afán
de mirar y no enfocar,
de enfocar y no encuadrar;
la lente rasgada no se puede limpiar.
Yo estoy bien.
Es la falta de luz,
el retrato movido,
el objetivo empañado
                                       de ti
Es este afán
de buscarte en todas mis imágenes.
Este balance de blancos
que siempre me tira al negro,
este contraste de luces
que siempre me dejas en sombras.
Es este afán.
Yo estoy bien.      
                            Solo algo desenfocada





IRA

Todos los tiempos verbales de olvidarme
los llevas en el paladar.
Tú que prometiste quererme tanto.
Hoy la ciudad es un campo de minas
de tus recuerdos,
un centro de concentración
de tus soledades
y yo un triste títere de algo parecido
a lo que un día cercano amaste.
Dime hoy.
Dime hoy que ibas a quererme siempre.





NEGOCIACÓN

Ítaca siempre nos esperará, Amor.
A que desmadejemos los miedos
y las perezas de nuestras velas.
A que el mar calme, a que templen las guerras.
Ítaca siempre nos esperará, Amor.
Las rutas que descubriste a piel abierta
te esperaran insomnes a que vuelvas
porque el verano que volcaste a sangre en mi cama
no lo derribo ni la escarcha ni la estepa.
Aunque te mantenga lejos la contienda
ninguna batalla me perderá de tu recuerdo;
yo seré por ti gigante y sirena.
Ítaca siempre nos esperará,
Amor, a que vuelvas,





DEPRESIÓN

Nos quedamos a punto de disparar,
a punto de caer, a punto de matar.
Con todas las versiones
aun por verificar de la realidad;
yo aun sin entender donde quedas,
donde quedo detrás de ti.
Marcando todas tus esquelas
en la comisura de mi boca
en este absurdo punto de fuga
desfigurado.
Nos quedamos a punto de creer,
a punto de callar, a punto de amar.
Y nos ganaron los vicios a los afectos.
Nos pudieron las palabras,
las soberbias y los miedos.
Todas las bidimensionales imperfecciones
de un iris desconfigurado.
La primavera no llegó
a derribar el mas gris de los inviernos.
La primavera no llegó
y nos quedamos sin ganas de correr
sin ganas de seguir,
sin ganas de luchar.





ACEPTACIÓN

Este poema aún no lo he escrito.
Aún no acepto la osadía de tu ausencia en mi cama.
Aún no acepto la tristeza de mi piel desnuda de tu piel.
Todas las formas de no entender tus faltas.
Este poema aún no ha llegado a formarse
en mis dedos ni en mi labios.
A agradecerte lo vivido, a desearnos suerte.
Este poema que se agarra con fiereza melancólica
a las tripas de lo que fuimos un día,
a la desesperanza de lo que no llegaremos ser.
Prometo, Amor, llorarte el tiempo prudente;
yo que no supe quererte prudentemente,
que no supe asegurarme los besos para cuando faltasen
Prometo que dejaré de buscarte
en todos los versos malditos que hoy te nombran,
tú que fuiste mi mejor escrito inacabado.
Pero hoy – creo que esto ya lo dije-
No se escribir este poema.
No se aceptar tu boca sin mi boca,
mi verso sin tu beso,
todas las palabras que no nos dijimos,
todos los tiempos que se perdieron.

Este poema aún no lo he escrito.


         *********



No importa cuánto nos queramos,
cuánto nos quisimos
o cuánto nos querremos;
ninguno de los dos estará ya
para ser testigos de nuestras palabras.






Debí darme cuenta.
Cuando empezaron a pesarte los "te quiero",
cuando la demanda de tu colchón
fue mas grande que la de mi piel.
Debí entenderlo.
Debí darme cuenta
cuando las cañas y el fútbol
me relevaron de tus brazos,
cuando mis palabras se te enmudecieron.
Cuando el mañana
sólo pasó a ser mañana.
Supongo que sí, entonces debí entenderlo.
Debí darme cuenta
cuando tus mensajes quedaron
en veredictos monosilábicos,
cuando el "ven" se quebró en "vete",
cuando las ausencias dejaron de pesarte,
tu espalda cruzando la puerta,
debí comprenderlo ahí.
Debí darme cuenta.
Con todas mis maletas adornando mi salón.
Cuando me bloqueaste el whatsapp,
me ocultastes del facebook,
me borraste del instagram;
lo se, mi amor, debí entenderlo.
Y bueno... la orden de alejamiento...
Ahí sí, debí darme cuenta.






Yo me quiero enamorar para toda la vida
cinco minutos en un vagón,
maquillarme con ganas, depilarme con vicio.
Yo me quiero reir a carcajadas
sin agridulces en la garganta.
Ocupar toda la cama y deshacerla en caprichos.
Comer a dos manos, engordar cuatro kilos.
Dejarme quitar la ropa y las ganas
y gastarme la boca con quien no me ha conocido.
Yo me quiero perder cada noche cual gato,
agotar los tacones y los pintalabios,
reirme de mis resacas en el trabajo
y apuntar todos los números de telefono
en una piel y unos labios libres de escarcha,
libres, libres de frio.
Y por un día, por una hora,
olvidarme de tu nombre.





Como no supe escribir sin nombrarte
ni nombrarte sin llorarte...
                                               Dejé de escribir.

1 comentario:

  1. tremendo escurres las palabras,,,se podria hacer un picnic en las sombras de algun poema,,a parte de cigarrera, te veo de esgrima, por que rompes, pero los pasos del baile, llevan tu nombre,
    "touché"

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