viernes, 10 de abril de 2015

Primavera 2015

Quién no extraviara rumbo
y acabara estrellada en tu boca.
Quién no escapase de la tormenta
solo por hallarte de retirada.
Quién te encontrase en el abismo.
Todo es naufragio
si es a tu nombre.









¿Serás tú o seremos nosotros
quien no supimos verte?
Dios entre benditos,
víctima entre culpables,
el más cruel de los caídos.
Con la era trasnochada
sentencias con talento, aburrido,
las restantes hipocresías.
Lengua mordaz que solo pereza abandona
si la espuma desemboca en las sábanas,
si el erudito encuentra su espejo latido.
Mas no seré yo quien alimente
el hambre, el genio, el despotismo, la lujuria.
No adornaré a tu antojo mi boca
por acercarla a tu oído.
Ya vendrás tú a juzgarme,
el mas huraño de todos mis amantes,
el más proscrito de todos mis amigos,
bajo tu rasero de fantasmas









Ordeno papeles.
Entre facturas del banco
aparecen tus poemas.

Me quedo una vez más
sin saber donde guardarte.



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