viernes, 2 de octubre de 2015

Actualidad

Estoy intentando escribirle unos versos
a este nudo en la garganta que eres
y no me sale nada.
Tengo una guerra civil atada a la lengua
de todo y nada, de ti y de mi,
todos mis desordenes
que hoy se visten con tu nombre.
Estoy intentando ordenarme,
ordenarte.
Hacerte hueco entre todos mis desastres,
con más miedo que acierto;
este nudo en la garganta.
¿Cómo cerrar un poema
abierto en la duda?
Reclamo la paz de tu cama.







Esta bella ofensa
que es leer tus poemas de amor
que no van a mi boca.
Sólo sé perdonarte a besos.








Siempre cae.
La piedra siempre cae.
Llamadme Sísifo.
La piedra siempre cae.
Subiendo esta colina
parece que nunca aprendo
y siempre tropiezo en las mismas zanjas,
siempre desafío al dios
y me pierdo en el hombre.
¿Maldecirás tú el fuego
que yo te entregué?








Han venido a verme todos mis fantasmas,
no me dejan dormir.
Invadieron mi casa y me dejaron sin tabaco,
y aquí ando insomne y ansiosa
gritándoles mientras me ignoran.
Yo intento reconciliarme con ellos,
se hacen hueco en mi cama
y el gato protesta porque ya somos demasiados
y las sabanas apestan a alquitrán y frustración;
el cenicero cae al suelo.
Vinieron de visita esta noche insomne
¿Quien puede culparlos realmente?
Tan suya que soy de ellos
y tan míos que son
¿Seré yo quien les invoca,
o soy yo parte de su esqueleto?
¿Existió el sueño sin el vaho
acariciándome la nuca?
Han venido a verme todos mis fantasmas,
invadieron mi casa, mi cama
y no me dejan dormir.

1 comentario: